Esta es una parte de la historia según la cultura Quiché, una narración interesante basada en la traducción de la mitología maya, con la aclaración que fue reproducido después de la invasión de los españoles a nuestras tierras, y después de conocer el cristianismo. Quedando como sigue: LA FORMACIÓN DEL UNIVERSO En el momento inicial todo se mantendría en suspenso, en completa calma, sin moverse, sin que hubiera tiempo ni espacio. No había, plantas, animales, árboles, piedras, hondonadas, barrancas; sólo estaba el vacío infinito del cielo. Aun no se distinguía la superficie de la tierra; no había sonidos, nada que provocará algún mal; no existía nada, solo el germen del agua sosegada en el mar, prevalecía en el reposo, el silencio en la oscuridad, en las tinieblas. Estaba el Creador y Formador y los manifestantes: los germenes iniciales.Se encontraban ocultos y cubiertos como el quetzal, por su plumaje verde, y por ello se le llamaba Tepeu, Gucumatz. Eran grandes sabios y pensa